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Un oso negro de 250 libras hirió e intentó arrastrar a un niño de 10 años que jugaba en el patio trasero de su casa en Connecticut, a pesar de los esfuerzos desesperados del abuelo del niño en silla de ruedas para asustar al animal.
“Lo escuché gritar ‘oso’ y cuando miré hacia arriba, vi su pierna en la boca del oso y el animal tratando de arrastrarlo por el césped”, dijo James Butler, el abuelo de la joven víctima, al Republican American de Waterbury.
El desgarrador incidente con el oso tuvo lugar alrededor de las 11 de la mañana del domingo pasado en la ciudad de Morris, informó el Departamento de Energía y Protección Ambiental del estado, según recogió el medio.
Los oficiales de la policía estatal y la fuerza de conservación ambiental de DEEP respondieron a la escena y le dispararon al oso, dijeron las autoridades.
BEAR ATTACK: This is the bear that attacked a 10-year-old boy in Morris Sunday. He says he was in his grandparents' backyard when the bear attacked and tried to drag him into the woods. @MarissaAlter will have the story at 7:30 on News 12 CT. pic.twitter.com/BeKP3GaEn0
El niño de 10 años fue llevado al Hospital Charlotte Hungerford para recibir tratamiento por lesiones que no ponen en peligro su vida después de haber sido mordido y arañado repetidamente por el oso.
Butler dijo que su nieto estaba jugando cerca de un trampolín en el patio trasero cuando el oso salió del espeso bosque detrás de la casa y se abalanzó sobre el niño.
Butler, que usa una silla de ruedas, se acercó al oso y le arrojó una barra de metal a la cabeza, le dijo al medio.
El oso soltó momentáneamente al niño, pero luego lo agarró por segunda vez y usó sus garras para tratar de poner al niño de 10 años boca arriba, contó el abuelo al medio.
Un vecino, alertado por los gritos del niño, corrió y asustó temporalmente al oso blandiendo una pipa y gritando.
Una vez que Butler y su nieto estuvieron a salvo dentro de la casa, el oso regresó, subió por una rampa para sillas de ruedas y los miró a través de una puerta mosquitera, dijo Butler.
“Pensamos que venía tras nosotros”, aseguró Butler. “Sin duda era una gran amenaza”.
Un oficial de conservación de DEEP rastreó al animal más tarde y lo sacrificó disparándole.
Butler y su esposa, Christina Anderson, dijeron que su nieto sufrió una herida punzante en un muslo, marcas de mordeduras en un pie y tobillo, además de marcas de garras en la espalda.
El pasado 5 de octubre una familia canadiense vivió una tragedia cuando un oso negro se abalanzó sobre los excursionistas y atacó a tres e hirió gravemente a dos.
La familia estaba en una caminata al atardecer del pasado lunes en Colombia Británica, Canadá, cuando ocurrieron los devastadores ataques. Ninguna persona murió pero el animal dejó secuelas en los cuerpos de los heridos.
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